Es fundamental reducir la cantidad de residuos que generamos, para ello hay que procurar comprar comida con la menor cantidad de embalaje posible; además debemos adquirir y cocinar los alimentos que vayamos a consumir y en caso de no hacerlo congelarlo para tomarlos más adelante pero tirar la comida, además de poco ético, no ayuda a la sostenibilidad.
También es importante consumir productos de temporada, más frescos y con menor coste energético, y locales, evitando así los contaminantes transportes.
Lo ideal es comer alimentos ecológicos que se producen sin pesticidas, fertilizantes artificiales ni manipulación genética lo que ayuda a preservar la biodiversidad.
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